AES "inyectará" 100 megavatios al Sistema de Interconectado Nacional a través de “Vientos Neuquinos”

Será cuando esté en pleno funcionamiento. Se estima que en junio de éste año sus 29 aerogeneradores estarán aportando energía para grandes consumidores privados. La empresa ya tiene 15 contratos firmados.

Empresas 10 de febrero de 2020
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Alfredo Spongia, Gerente de Proyecto de AES explicó que habrá cinco circuitos de cinco aerogeneradores y un circuito de cuatro. “Cuando tengamos listo el primer circuito empezaremos a generar los primeros megavatios. Para ello se construyó una sub estación transformadora que operará el Ente Provincial de Energía del Neuquén (EPEN) que recibirá la energía de los molinos y la inyectará a las líneas de 132 Kv”, detalló.

Cada molino empieza a producir con vientos de tres metros por segundo, llegan a su punto máximo entre los 10 y 12 metros por segundo y se paran cuando alcanza los 25 metros por segundo. “Cuanto más tiempo haya vientos de entre 10 y 15 metros por segundo (unos 40 kilómetros por hora) más eficientemente se generará electricidad”, precisó Spongia.

“ADI-NQN es el organismo que ha empujado este proyecto desde un comienzo, ha puesto todo para salga adelante y nos ayuda día a día para que sea una realidad”, mencionó.

Los datos se conocieron durante una recorrida que medios de prensa hicieron por el predio ubicado en Bajada Colorada, entre Piedra del Águila y Picún Leufú, donde estuvieron autoridades de ADI-NQN, impulsora del proyecto, y la empresa estadounidense AES, encargada de la construcción.

En la construcción trabajan actualmente 260 personas, aunque hubo picos de actividad donde llegaron a 340 operarios. “Por una cuestión de seguridad, cuando el viento supera los 40 kilómetros por hora se suspenden las actividades en altura, por eso empezamos a implementar un turno nocturno”, explicó Michel Guevara ingeniero de Nordex, una de las empresas subcontratadas por AES.

Carlos Pereyra, director ejecutivo de ADI-NQN aclaró que Vientos Neuquinos es una inversión privada de aproximadamente 140 millones de dólares que tuvo acompañamiento del estado, por ejemplo con los estudios previos de factibilidad, donde durante cinco años se midió la calidad del viento.