Desarrollo minero: el cobre y el litio los dos recursos lideres para la generación de divisas.

Según el presidente de la Cama Argentina de Empresarios Mineros, Franco Mignacco la industria experimenta un crecimiento sostenido y le augura un gran futuro.

Noticias Por: Redacción 21 de julio de 2022

oro blanco litio

Mientras que la minería chilena registra exportaciones por entre 80.000 y 90.000 millones de dólares anuales, de este lado de la Cordillera de Los Andes las ventas al exterior del sector se sitúan en u$s 3.300 millones.

Según los cálculos de Franco Mignacco, para este año esa cifra rondará los u$s 3.800 ó u$s 4.000 millones.  “La industria está experimentando un crecimiento sostenido, buscando su punto de eclosión. Pero todavía hay mucho camino por recorrer”, admite el presidente de la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM), quien también preside Minera Exar.

Desde su óptica, la Argentina cuenta con dos grandes drivers para consolidar la expansión de la actividad: el cobre y el litio. “En el primer rubro sobresale Josemaría, que es la iniciativa más avanzada, pero no hay que omitir la importancia de Pachón, Los Azules, Taca Taca y Mara, que significarán un impacto positivo para nuestras arcas. En cuanto al litio, cuyo impulso se enmarca en la transición energética y el camino hacia la electromovilidad, ya hay emprendimientos lanzados, en construcción y en expansión en las provincias de Jujuy, Salta y Catamarca. Asimismo, se esperan inversiones por más de u$s 5.000 millones”, precisa.

¿Qué necesita para crecer una industria de capital intensivo como la minera?

Es fundamental la definición de reglas claras para favorecer la inversión, sin omitir el esfuerzo mancomunado de los sectores público y privado, en el marco de una agenda económica y socioambiental. En el caso del litio, en particular, hay que decir que hoy no es un commodity que tenga una cotización internacional, sino que depende de un mercado muy chico y atomizado, en el que unos pocos jugadores manejan el 80% de la producción. Adicionalmente, se observa una gran diversidad en los tipos de productos de litio en función de su calidad y de los requerimientos de industrias como la automotriz (grado batería, grado técnico y grado industrial), lo que complejiza aún más el negocio. Más allá de todo esto, debe hacerse hincapié, esencialmente, en la claridad de las reglas para dotar a la Argentina de las condiciones adecuadas en pos del desarrollo sectorial.


Se habla mucho de la fabricación de baterías de litio en el país, ¿cuán viable es esa idea?


La Argentina está iniciando un proceso de posicionamiento para situarse entre los grandes players y producir carbonato de litio grado batería o industrial, lo que implica un enorme agregado de valor y muchos insumos locales. Quienes tienen la posibilidad de visitar los proyectos en marcha pueden comprobar que son plantas químicas muy complejas. Primeramente hay que consolidarnos como productores en el escenario mundial. A mediano o largo plazo podríamos fabricar algunos componentes del encadenamiento productivo hacia las baterías. Además de precisar grandes desarrollos tecnológicos, estos productos requieren otros minerales como el cobalto, el grafeno o el manganeso. Por otro lado, los principales centros de consumo están determinados por las grandes potencias del planeta (Asia, Europa y Estados Unidos), lo que tornará necesario trascender el mercado regional. Se trata de un largo proceso, por lo que hay que tener los pies sobre la tierra.

Te puede interesar