Según el nuevo presidente de BP podría llegar el “peak oil demand”

"No sabemos cómo se desarrollará todo esto, ¿Podría ser el pico del petróleo? Posiblemente. No lo descartaría", dijo Bernard Looney.

Mundo 13 de mayo de 2020
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Looney, que ha asumido el mayor puesto de responsabilidad en la energética del Reino Unido en febrero, ha asegurado al Financial Times que la crisis del Covid-19 "se suma a los desafíos del petróleo en los años que vienen", ya que las prohibiciones sobre los viajes y los bloqueos reducen el consumo un tercio de los niveles anteriores a la crisis, que se encontraba aproximadamente en los 100 millones de barriles por día (mbd).

Esta opinión desde dentro del propio sector llega un día después de que Goldman Sachs adviertiese de que la demanda de combustible para aviones podría no recuperarse nunca.

"Esto no va a hacer que el petróleo tenga más demanda. Es más probable que tenga menos demanda", explicaba Looney (nuevo presidente ejecutivo de BP), señalando que el uso de tecnología que permite el trabajo remoto, reduciendo la necesidad de viajar, podría persistir.

Peak oil y peak oil demand

El peak oil demand es diferente al célebre peak oil del que se hablara hace décadas (antes de la revolución del fracking). El peak oil se refería al punto en el que no se iba a poder crecer más la producción de petróleo en el mundo por la escasez de esta materia prima. El peak oil demand es el punto en el que la demanda de crudo toca techo, desplazada por otras energías menos contaminantes.

La industria petrolera está analizando que parte de la caída de la demanda provocada por el coronavirus puede terminar siendo permanente. BP señalaba el año pasado que esperaba que el consumo creciera en la próxima década antes de estabilizarse en la década de 2030. Pero estos cálculos podrían estar ya obsoletos ante la pandemia del coronavirus.

BP, que obtiene la mayor parte de sus ingresos del petróleo, ha presentado una caída del 66% de su beneficio en el primer trimestre. BP ha emitido miles de millones de dólares en deuda, recortado el gasto y retrasado las aprobaciones de proyectos para preservar el pago de dividendos, que los analistas creen que se han vuelto insostenibles. (fuente: eleconomista.es)